lunes, 11 de julio de 2016

Alumnos de 6to A crean nueva versión de “Los tres cerditos” a partir de la producción de 5to. Año A: “Los trillizos, el lobo bonachón y el malvado oso".

LOS MALVADOS HERMANOS CONTRA EL DÚO DINÁMICO







Hace mucho tiempo, en una oscura mañana con tormenta, cuando yo vivía en una cueva al pie de la montaña, conocí a tres cerdos mocosos, grandotes y cargosos que eran hermanos. El menor se llamaba Alfredo, el que que se vestía como un vaquero, el mediano se llamaba Martín, el que era muy buen bailarín y el mayor  se llamaba Arturo, al que le decían el duro. Eran pescadores y vivían en una aldea. Arturo pescaba, Martín  fileteaba, Alfredo  todo devoraba y a mí me culpaban.

Todos los días, el lobo Bonachón iba a pescar con ellos pero lo rechazaban porque de mala manera pescaba, pues con su boca sus presas capturaba. Entonces él venía a mi hogar en busca de  consuelo.

En las tardes soleadas, cuando yo aparecía en el arroyo cercano a la aldea, los hermanos escondían todo lo que tenían, ¡como si lo suyo  me comería!

Un día, al atardecer, una piraña mi pesca interrumpió, así que me fui dejando en la orilla mi preciado manjar, el que pronto desapareció.

A la medianoche vi al lobo Bonachón, el que me contó que  Alfredo con mi alimento se quedó. Fui a la aldea nada contento y le reclamé mi merecido alimento, pero como éstos no me lo dieron, llamé a Bonachón para recuperarlo de nuevo.

 Mi aliado Bonachón al cerdo los pescados le pidió, pero Alfredo muy asustado gritó:
-¡Vengan rápido, el oso y el lobo me quieren comer!
Arturo, el más duro, un piñazo nos pegó y con Alfredo escapó.

 Los dos hermanos salieron  a pedirle ayuda a Martín, quien seguía bailando al son del violín. Cuando le contaron lo ocurrido, el cerdo  bailarín  actuó rápidamente sacando una enorme red de pesca para retenernos, pero con nuestras garras filosas el  trasmallo pudimos romper y así escoger que pescado comer.

            Los cerdos ahí comprendieron que un mal entendido se había producido. Alfredo arrepentido perdón nos pidió y a partir de ahí él cambió. Desde ese momento los cerdos comprendieron que no hay que apresurarse a juzgar sin antes averiguar.

            Desde ahí pescamos felices encarnando lombrices.





1 comentario:

  1. Les dejo algunos comentarios de compañeros de 4to.A:
    Me gustó porque tiene rimas y el narrador es interno. (Brandon)
    No me gustó que los cerditos fueran malvados. (Guzmán)
    Me gustó. Fue muy lindo. (Abril)
    Me gustó la parte que decía cómo se llamaban y cómo se vestían los cerditos. (Agustina)
    Me gustó un montón el cuento. El narrador es personaje. (Melissa)
    Me gustó mucho, no sólo por los personajes, sino porque tiene muchas rimas y también por dónde se desarrolló. (Luciana)
    Me gustó mucho porque cambiaron y los cerdos son malos y el lobo y el oso buenos. Además el narrador de nosotros fue externo y el de ustedes interno. (Catalina)
    Me gustó que haya un narrador interno. (Matilde)
    Me pareció muy lindo. También me gustó que el narrador sea interno. Me encantaron las rimas. (Helen)
    Me gustó mucho porque el narrador está adentro del cuento. (Guillermo)
    Me di cuenta de que tiene muchas rimas. (Bruno)

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