Negranoche y los cinco mineros
Érase una vez
una bruja llamada Negranoche. Al nombre se lo había puesto su mamá, porque
nació en una noche muy oscura, sin luna.
La dulce bruja
vivía en un castillo muy grande, lo había heredado de sus amorosos padres.
Los dos ya
habían muerto, la mamá cuando ella nació y el papá luego de casarse con su
madrastra.
Su malvada
segunda madre quería ser la más linda de todo el reino. Le preguntaba
diariamente al espejo mágico que tenía:
- Espejito,
espejito, ¿quién es la más bella de esta región?
- Usted
majestad- le respondía.
Al tiempo
Negranoche se convirtió en una bella hechicera.
Al preguntar
al espejo la reina se enojó porque la respuesta cambió:
- Negranoche
es la más linda.
La majestad se
enfureció y mandó a un fuerte y rudo cazador para que la mate en el bosque. El
cómplice llevó a la brujita, pero no pudo asesinarla porque ella lo hechizó.
Entonces sacrificó a un inocente cerdo y llevó su corazón a la reina, como
prueba de haber cumplido su misión.
Al huir la
brujita encontró una casa mediana, amarilla, con techo de tejas rojas y se
acercó. Tocó la puerta y no salió nadie. Sus habitantes estaban trabajando en
una mina, eran cinco mineros.
Ella
entró, encontró todo sucio, entonces su
escoba embrujada de todo se encargó. La casa brillante en un instante quedó.
Luego la bruja
se acostó en una de las cinco camas, en la de color negro.
Cuando se
despertó, se encontró con diez ojos curiosos que la miraban fijamente. Eran los
dueños de la casa: Pecoso, Dormilón, Leo, Furioso y Cliver, el dueño de la cama
negra. Les contó la bella joven lo que le había sucedido, mientras preparaba
una poción mágica.
- Quédate con
nosotros- le dijeron los mineros.
Así fue, hasta
que la madrasta se enteró dónde estaba por su espejo chismoso. Puso veneno en
una manzana y fue a buscarla para matarla. La brujita mordió un pedazo, pero no
le hizo nada, porque como imaginaba que la reina aparecería había tomado un
poco de su poción antimalvadas. Además le hizo una brujería y la convirtió en
un feo y pegajoso sapo.
Cuando
vinieron los cinco mineros llevaron al horrible batracio hasta el bosque y lo
dejaron en una laguna. Desde entonces todas las tardecitas se escucha:
- Lago,
laguito, ¿quién es el sapo más bonito?
Y colorín
colorado este cuento se ha entreverado...
Cuarto año A
Muy bueno, espero se pueda desentreverar antes del final.
ResponderEliminarNo nos hagan esperar mucho....
¡ Qué imaginación , cómo ha cambiado la historia !
ResponderEliminar¡Cuánto han trabajado !
¿ Hasta cuando se escuchará el sapo en el lago ?. Esperamos que los compañeros , en próximas semanas , nos asombren con sus propuestas para la nueva historia.
Felicitaciones 4º año A , por la producción y selección de imagen.
Jacqueline y Lourdes.