Los alumnos de 4º año C han imaginado un cambio en la historia de los Tres Cerditos:
Los tres cerditos y Caperucito Verde
Había una vez tres cerditos traviesos que
vivían muy felices en la montaña junto a su primo Caperucito verde. Disfrutaban
mucho observando como caía la nieve sobre las montañas.
Un día al salir a dar un paseo, un águila
chismosa que sabía todo lo que pasaba, les dijo:
-
¡Tengan mucho cuidado, un
lobo hambriento se esconde detrás de la nieve!
Los cochinillos se sintieron muy
temerosos. Caperucito verde dijo: - no tengan miedos juntos trataremos de
armarnos de valor y lo venceremos.
-Primos es necesario que
acondicionemos nuestros vehículos para perseguir a ese malvado.
Los dos cerditos más pequeños se
pasaban todo el día jugando, por eso no se esforzaron mucho y acondicionaron el
primer vehículo que encontraron, un trineo. En cambio el mayor que era el más
trabajador, dijo:
-Arreglaré la moto de nieve ¡Oink,
Oink!
Entonces fue al viejo galpón y la
destapó; estaba sucia y abandonada, pero era un tesoro muy preciado. Empezó a
trabajar con en ella con mucho esmero.
Caperucito no quiso ser menos y
decidió reparar su hermoso trineo verde.
Pasaron unos días y una mañana
helada y oscura golpearon en la rústica puerta del más pequeño, ¡toc, toc!
-¿Quién es?- Preguntó el cerdito.
-Soy el lobo, serías tan amable de
salir.
-Esta puerta no abriré y por otra
escaparé, porque sé que me quieres almorzar con papas y boniatos y no te voy a
dar el gusto, jjaja.- dijo el pequeño.
-Entonces, ¡correré, correré y al
final te alcanzaré!
El puerquito asustado escapó subido
en una snowboard- que encontró en el sótano –y fue hacia la casa de su hermano
Edward Salvatierra. ¡Ayúdenme que el lobo feroz me quiere atrapar!
Velozmente Edward se asustó y la
puerta le abrió.
Al poco rato llegó el lobo y dijo
agitadamente:
-¡Abran y salgan, se los pido de
buena manera!
-Espera que voy a buscar la llave
gastada para hacerte pasar- le respondió uno de los dos hermanitos. En realidad
fue por la llave de la moto de nieve.
-Entonces los esperaré y si se
escapan ¡correré, correré y al final los alcanzaré!
Los dos cerditos nerviosos
condujeron rápidamente en la moto de nieve y llegaron a la casa de Caperucito
verde para huir con él.
-¡Ayuda, ayuda! ¡Por favor primo
Caperucito sálvanos del lobo angurriento!-gritaron los chanchitos.
Él intentó protegerlos y escapar con
ellos, pero tuvieron que huir corriendo porque el hermoso y débil trineo verde
de Caperucito no podía con los tres.
Fueron a toda bala hasta la casa del
hermano mayor, éste los vio venir, huyeron en su reno con propulsores, al final
el lobo igual los alcanzó y a los cerditos el propulsor les explotó.
Los tres chanchitos y Caperucito
estaban muy asustados, pues no tenían a donde ir. Temblaban, transpiraban,
hasta se hicieron pis,
El lobo peludo y dientudo caminó
hacia ellos.
Los cuatro se tomaron de la mano y
cerraron los ojos.
El lobo salió corriendo porque lo
persiguió una abeja, así fue que sintió lo que habían sentido los cerditos al
ser perseguidos.
Es por eso que el lobo se arrepintió
y les pidió disculpas.
¿Me perdonan? ¿Me prestan su moto de
nieve? o mejor la snowboard, nunca me he subido a una.
A partir de ese día todos juntos
juegan y canta junto al lago.
“¿Quién ama al lobo feroz, al lobo,
al lobo? La lala la laalalala.