Alumnos de 5º año B le dan un giro inesperado al relato de
Cenicienta
Al
poco tiempo Lucilda al ver que tenía que hacer las tareas de la casa ella;
obligó a su hija a tomar el lugar de Cenicienta.
Anastaia
se dió cuenta de que su madre la despreciaba y maltrataba como a aquella
muchacha, por lo que, decidió huir al bosque atravesándolo en busca de
Cenicienta que se encontraba en el palacio real.
Cuando
esta abrió la puerta del palacio, se encontrò con que era su hermanastra, quien
le rogó que la dejara pasar; porque había huido de su casa.
Cenicienta
amable como siempre le dice que sí, pero a cambio de una condición, que no
maltratara a la gente como lo hacía con su madre.
Anastacia
reconoció el mal que había provocado, principalmente a ella y decidió cambiar y
ayudar a las personas que lo necesitaran.
Años
después un amigo del príncipe Joaquín realiza un baile real al cual estaban
invitados todos.
Al
recordar Anastacia la historia de Cenicienta con el príncipe, pensó que podía
tener una oportunidad y le pidió a su hermana que la ayude a arreglarse para el
baile.
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